martes, 23 de septiembre de 2008

Una realidad transformada

Santiago Duque
Seminario III de Investigación
Borrador
Diana Reyes



Una Realidad Transformada


El documental ha sido y será la mejor forma de representación de la realidad, en un medio tan consumido como el cine y la televisión. Como se conoce la realidad es vista de muchas maneras dependiendo de muchas influencias, ya sean de factor histórico, cultural o ideológico.

Es bastante interesante indagar el ¿Cómo sería posible transformar lo real para transmitir otro punto de vista, o simplemente completar lo que antes era superficial?. Es decir, tomar la realidad según como se muestra a través del lente de la cámara, en tiempos reales y acciones reales. Para Flaherty (1937), lo anterior era fundamental ya que había que señirse a procedimientos de verdad, para que así el espectador no sintiera rupturas en el proceso del consumo del documental.

En principio no era posible hacer esta transformación, pero con la evolución del montaje y su aplicación en contenidos sociales se empezó a ver marcada una ruptura tanto en tiempo como en espacio. Como dice Llorenç Soler en su texto, Precisiones sobre el Género Documental y el Reportaje, “el documental es el género cinematográfico en que la realidad es más manipulable y en que es más difícil para el espectador percibirlo. La naturaleza del documental es falsa, porque se fundamenta en un discurso narrativo que ha fragmentado previamente la realidad, a través del montaje, esencia de la secuencialidad audiovisual. Hay que valorar qué criterios se utilizan para elegir los fragmentos audiovisuales que finalmente se emitirán”.



Este interrogante es bastante denso de entrada, pero cuando entramos a desglosar todo un proceso productivo, en este caso del documental, nos encontramos que si es posible a través de la post – producción; ya que es en esta última instancia donde se podría manipular la información y fragmentarla, según como quiera ser representada.

Sería la única posibilidad en la que se podría lograr lo anterior, ya que es cuando se tiene dominio del material y es allí donde se entraría a diferenciar de todas las formas de representación posible. Es un proceso de montaje, que pieza por pieza se va armando algo que al final va despertando emociones, decisiones y percepciones de tal vez una realidad que nunca se habría visto. En este sentido se fundamenta cualquier pieza audiovisual, ya que ésta estructura debe ser bien equilibrada.

“El documentalista debe ser honrado con sus instrumentos de expresión, para mantener en equilibrio la realidad y la imagen. El documental es un género que construye una ficción, partiendo de elementos obtenidos directamente de la realidad. De todos modos, el documental es un género que desde sus inicios se comprometió fuertemente con la realidad”, añade Llorenç.

Pero para poder lograr estas respuestas del consumidor, debe haber un trabajo demasiado exigente y de decisiones bien tomadas. Como se sabe es en este proceso de montaje donde priman los efectos sonoros, la labor de la edición como tal y los efectos visuales.

Es por eso que cuando una pieza audiovisual es consumida, siempre va a tener un valor agregado. Es decir, los productores van a transmitir una ideología y un mensaje lo más claro y evidente posible para que despierte en ese espectador y lo haga responder o actuar. También es una intención que desde el montaje esta siendo pensada, es decir, la posibilidad de manipular los contenidos hacen que la pieza no sea tan objetiva, ya que siempre va a tener esa carga extra, que en este caso es impuesta por el autor.

Contrario con las ideas de Flaherty está Basilio M. Patino, que considera que, …"es imposible que el realizador de documentales llegue a plasmar íntegramente la realidad. En definitiva el documentalista “debe infundir a la realidad un sentido dramático”

Entonces, según lo anterior encontramos que si se puede responder al interrogante planteado. Ya se vio que es mediante el proceso de post – producción donde todo cobra vida, donde efectivamente se puede llegar a transformar algo que para el ojo humano es real, donde se pueden generar no solo uno sino diferentes puntos de vista y reacciones.

Para un trabajo de campo, como el que se realizará, siendo un objeto como el teléfono el protagonista, es sano pensar que desde el trabajo de la post – producción se rescatarían muchos contenidos y se podría evidenciar cada uno de los tres momentos en los que se quiere pensar el documental propuesto.

El montaje es una gran labor, y es desde allí donde se piensa elaborar, toda una sustentación del porque, el como y el que producir un documental sobre teléfonos monederos ambulantes.

La discusión girará en torno al olvido al que fue relegado este personaje ambulante, como el teléfono, ya que como la tecnología ha cambiado no solo la manera de realizar el documental , sino que también ha cambiado la forma de comunicación por una mucho mas cómoda y sencilla, como la del celular.

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