martes, 26 de agosto de 2008

César Augusto Victoria Russi. Documental, una realidad de contextos

Por César Augusto Victoria Russi
Relativa y contextual resulta la realidad argumental, o simplemente una ficción con actores naturales de la realidad.
El documental esta formado por diversos textos de significación, la imagen, el sonido, la voz en off y la voz testimonial, estos entre si, se complementan o se influyen para la significación de un documental como un todo, en el que se manejan discursos al servicio de ideologías, pensamientos o sentimientos recíprocos a la subjetividad de su realizador.
Se habla de contextual porque la historia lo califica como un mecanismo de defensa, persuasión y manipulación mediática en cada periodo político y social que ha vivido la humanidad desde la guerra de Crimea hasta la resiente guerra de Iraq o la de Afganistán. Norteamérica con sus grandes producciones cinematográficas destruyó los ideales socio-comunistas desde la guerra fría. Moore logró desde su idiosincrasia izquierdista mostrar a cuba como un paraíso y a Fidel como un ángel. Así se constituye el documental en un discurso de sobriedad que persuade masas desde la perspectiva de conveniencia de unos pocos, es decir, hasta aquí resulta nula e inexistente la objetividad y la realidad platónica en el documental.
El documental con sus imágenes son reflejos psicológicos y conceptuales de quien realiza y dirige el producto, en Hiroshima mon amour, a parte del soso argumento de la historia de amor, el director muestra los desgarros de la bomba atómica, pero hace una elipsis histórica eludiendo en imágenes y en voz la provocación japonesa a USA (ataque a pearl harbor) donde murieron cientos de marines norteamericanos.
De nuevo el documental muestra facetas de la realidad, pero oculta indicios previos al argumento central de la contexto que el realizador quiere plasmar. La ficción vende y capta la atención del espectador, el documental emancipa, persuade y revive la antigua discusión insulsa sobre la objetividad y la verdad absoluta.
Koyanitsqatsky, muestra con una cámara casi fija, el paso del tiempo, y el deterioro al que se somete el medio ambiente con la salida del sol y la actividad humana, ¿pero llevaría la misma retórica si fuera apoyado, producido o dirigido por algún allegado a Texaco, Chevron, o Petrobras? No. El argumento manejaría un discurso de sobriedad con todos los adelantos, ventajas y tecnología que han producido los combustibles, desde el carbón, pasando por la gasolina y llegando a los modernos carburantes.
En fin, como se dijo anteriormente, la realidad es contextual, allí cae la objetividad del documental y se desmorona la verdad platónica, pues cada realizador muestra lo que su intelecto, su carácter de sujeto y sus experiencias previas le sugieren para estructurar el producto mediático. Además, el documental con la elaboración de un guión y un trabajo de campo previo organiza, programa y encamina las sombras de la caverna para proyectar una realidad afín a sus preceptos y así tratar de convencer a los espectadores de una realidad estructurada, diferente a la realidad natural que es voluble e indefinida.

1 comentario:

Unknown dijo...

Revisé el texto. Entiendo tu intención pero la redacción está tremenda, me gustaría que lo vuelvas a reescribir para que seas más claro en tu planteamiento.
Relaciona esto con el documental guerrillero o el panfleto. DMRA